jueves, 24 de enero de 2013

The Day Will Come

Nuestra intención es empezar este 2013 con nuevos bríos y atender a nuestros seguidores como merecen. Este blog es para nosotros un objeto precioso y, a pesar de no poder dedicarle todo el tiempo que nos gustaría, estamos en plena fase de propósito de enmienda para paliar esta carencia. Nunca es tarde.

Son varios los proyectos que tenemos entre manos, y uno de ellos, del que ahora presentamos una pequeña muestra, tiene el modesto cometido de acercar a nuestros fans algunas de las canciones que nos han acompañado desde nuestros comienzos. Son tonadillas dispares, soniquetes de todo origen y condición que han servido para forjar aquello que se ha dado en llamar "gusto musical" y que en nuestro caso configurarán a buen seguro una extraña amalgama según vayamos cumpliendo nuestro propósito. Y es que hay algo evidente: de entre el ingente material sonoro que entra a diario por nuestros oídos, no está a nuestro alcance decidir qué es lo que se te va a quedar grabado a sangre y fuego en el alma. Eso es algo que, simplemente, ocurre. Un pequeño milagro.

Esta canción es un buen ejemplo de esas melodías que se te agarran al pecho como un catarro postgripal, un chicle recalentado por el sol de agosto que se adhiere a la suela de tu zapato. Pura melancolía catastrofista en la voz del grandísimo Rod Stewart. Este chavalín, mucho antes de lucir esas mallas de leopardo en Da Ya Think I'm Sexy y de convertirse en objeto de curiosas y estrambóticas leyendas urbanas en los años 80 del siglo pasado, varias décadas antes de que se le fuera la pinza repasando de forma cargante lo más convencional del cancionero americano, ya era el mejor intérprete blanco de todos los tiempos, con el permiso de Frank Sinatra y Bing Crosby pero, sobre todo, con la venia de Reggie King de The Action. Palabras mayores.

La canción se llama The Day Will Come y es una composición de Barry Mason fechada en noviembre de 1965. Stewart tenía apenas 20 años cuando la grabó y ya cantaba con todo el sentimiento y el background de un crooner maduro, a pesar de ser un mod obsesionado por Sam Cooke y el R&B. Precisamente la influencia de Sam Cooke, al cual escuchaba compulsivamente en esa época, se aprecia en esta interpretación sumamente delicada, repleta de matices sutiles. Los arreglos de viento son, a nuestro modo de ver, de lo mejor del pop de todos los tiempos y los coros del final ponen la carne de gallina. Para completar el cuadro, la letra es profundamente desgarradora, y me llega al alma siempre que la escucho. Espero que os guste.




The day will come when out of empty space
A flash of fire will light the children's face
Hopelessly, their last tears they will cry
Be too late to ask our leaders why
The day will come, a day of sorrow
A day we'll see them strollin' out to tomorrow.

The song of life that once we knew so well
Will not be heard as we're led into hell
Death is close, yes I can see the sign
And down your street the blood will flow like wine

The day will come, a day of sorrow
A day we'll see them strollin' out tomorrow

The day will come and swallow up the sun
We can't escape, we've got nowhere to run
The generals must be found some work to do
The medals must be bought by me and you, yeah
The day will come of pain and sorrow
And we'll see them strollin' out tomorrow

The day will come
The day will come
The day will come




jueves, 10 de enero de 2013

Takeaways Naked




Andamos bastante liados cada cual en sus quehaceres.

Antonio escribe compulsivamente, afina la guitarra, atiende sus blogs de cocina y cuenta como pétalos de margarita los días transcurridos desde que dejó de fumar. Cada día que pasa, en lugar de marcarlo con una muesca en la pared, se tatúa un pequeño logotipo de Marlboro en el antebrazo.


Gonzalo sigue por esos mundos de Dios tan atareado como siempre, compaginando cuatro o cinco giras simultáneamente y mostrando al mundo esa maravilla que se ha sacado de la manga bajo el título de Three Generations. ¿Aún no lo has comprado? Pásate inmediatamente por iTunes si te da pereza buscar una tienda de discos.


Pero últimamente –¡oh, sacrilegio!– Manu ha sido sorprendido revisando algunas pistas del clásico Pop Secrets, piedra angular de la carrera de Takeaways. Lejos de ser una actitud puramente revisionista (algo que no encaja del todo con nuestros principios fundacionales), se trata en realidad de un intento de despojar a toda esa música que componíamos por aquél entonces de ciertos elementos aleatorios para regresar a la esencia, al sonido crudo de nuestro directo. Siempre hemos sido un trío, y Pop Secrets parece un disco grabado al alimón por el Orfeón Donostiarra con los Fairport Convention en un día de resaca.


En la época en que grabamos ese álbum testimonial, pieza clave de nuestra exigua carrera y resumen de nuestras composiciones originales de la primera época del grupo, estábamos bastante fascinados por las posibilidades que nos ofrecía el puñetero ordenador a la hora de hacer ruiditos de todo tipo. Queríamos órganos hammond a mansalva, trompetas y trombones por doquier y, como mínimo, un cuarteto de cuerda –cuando no la filarmónica de Londres– en todas y cada una de nuestras pequeñas y sencillas composiciones pop de apenas dos minutos y medio.


En cierto modo se trataba de un efecto secundario de nuestra inseguridad como productores, un rasgo más de nuestra condición de advenedizos. Por eso, por la misma razón por la que superponíamos capas sonoras al esqueleto de nuestros temas, decidimos grabar nuestras canciones bajo el paraguas de UPSTART Records, un flamante sello musical creado por nosotros y cuyo único cliente éramos...  ¡nosotros!


Lo del nombre no era casual. A fin de cuentas eso es lo que éramos en el terreno de la producción musical: unos upstarters.


Funcionábamos por intuición, íbamos a ciegas, como un Tommy al que acercan sus seguidores a la máquina de pinball y se pone a darle cera a la bolita metálica. Dentro de nuestro limitado espectro estilístico, además de nuestros sobradamente conocidos gustos y preferencias musicales, desde siempre apreciábamos discos de muchos y muy diferentes estilos, desde el modern jazz al easy listening pasando por el Merseybeat, el Northern Soul, el sonido Stax y Tamla Motown, el pop español más castizo y bizarro, Mozart, el folklore centroeuropeo, la bossa nova o la música polifónica del siglo XVI, por poner algunos ejemplos. Y claro, queríamos que en todas y cada una de nuestras canciones quedaran grabados a sangre y fuego absolutamente todos nuestros gustos musicales. "Todo esto que suena lo hacemos nosotros, y sabemos hacer esto, y esto y esto otro... Ale-hop!" Por eso había en todas aquellas canciones toques de sitar, de clavicordio, de marimbas, de maracas, de panderetas...  Por poco se libraron algunas piezas de quedar sumergidas bajo un alud de zambombas, almireces, dulzainas, cencerros (este sí lo usábamos a menudo), xilófonos y timbales, por no hablar de los cientos de violinistas celestiales que acompañaban cada acorde de guitarra. Pensamos incluso en contratar a un intérprete pasiego para un arreglo de rabel... Aquello no era el puñetero Muro de Sonido, era el mismísimo Muro de las Lamentaciones, la Torre de Babel.


Bromas aparte, ese disco nos gusta mucho. De hecho, lo amamos sobre todas las cosas.


Pero con la perspectiva del tiempo jugando a favor, nos estamos encontrando con la grata sorpresa de que debajo de todas esas capas de maquillaje sonoro aún permanece la esencia de unos tíos tocando en crudo, con mordientes y agresivos riffs de guitarra, voces en ocasiones muy bien empastadas y algunas líneas de bajo bastante resultonas. Así que, para nuestro asombro, los primeros resultados de esta "revisión" están demostrando que el esfuerzo merece la pena. Por ahora ya han pasado por el papel de lija "Merry Awful Youth", que ha ganado en vigor todo lo que perdía en distracciones innecesarias y, sobre todo, "Waiters & Parrots", cuyo glorioso riff de guitarra ha sido en fechas recientes descaradamente "homenajeado" por una banda madrileña cuyo nombre no viene al caso: algo así como si hubiesen cogido nuestra canción original de 1990 y le hubieran hecho una "segunda piel". ¿Coincidencia? ¿Casualidad? ¿Treinta segundos de inspiración en paralelo más de veinte años después y bajo condiciones espacio-temporales significativamente dispares? 


En fin, pelillos a la mar...


Hace algunos años, alguien con criterio –concretamente los ingenieros de EMI por orden expresa de Paul McCartney– cogió con pinzas lo que había hecho Phil Spector con el álbum de los Beatles "Let It Be" y le aplicó un peeling parecido. El resultado se registró bajo el nombre de "Let It be Naked" y pasó sin pena ni gloria, pero nosotros tomamos nota del quiebro y ahora nos ha servido de guiño inspirador para este nuevo movimiento estratégico. Y que quede claro que no estamos comparando, solo intentamos expresar que la desazón que experimentó McCartney con aquél disco barroco producto del empeño de un Lennon bastante enajenado por la heroína y por la adorable, irresistible y omnipresente Yoko, la hemos sentido también nosotros en alguna ocasión a lo largo de estos años. Esperamos compartir muy pronto con vosotros los resultados de este azaroso proyecto que al parecer ya no tiene vuelta atrás.


Seguiremos informando.

Lonerism, el nuevo disco de Tame Impala

Los australianos Tame Impala están fascinados por la psicodelia, casi tanto como nosotros. Usan Rickenbackers y bajos Hofner, teclados retro y grandes dosis de misticismo. Su nuevo disco, Lonerism, es un extraño oasis en este desierto musical con tufillo a gangnam style, pitbull y folclore de telenovela en el que estamos inmersos. 
Destaca especialmente la lennoniana Feel Like We Only Go Backwards, pero el disco encierra joyas como Elephant, Why won't they talk to me? o Apocalypse Dreams.
El cantante suele salir descalzo al escenario y pisa los pedales de guitarra con sus famélicos piececillos desnudos. Un día le va a pegar una buena descarga.

http://www.youtube.com/watch?v=wycjnCCgUes
http://www.youtube.com/watch?v=DANmDX28jEo
http://www.tameimpala.com/about

Se merecen una segunda y una tercera escucha.
Pero podéis empezar por la primera.



miércoles, 18 de abril de 2012

Londres 2012 intenta 'fichar' a Keith Moon, sin saber que lleva 34 años muerto

Todo comenzó cuando el ex agente del grupo británico The Who, Bill Curbishley, recibió un correo electrónico de la organización de los Juegos Olímpicos de Londres 2012 en el que le preguntaban sobre la disponibilidad de Keith Moon para actuar en la ceremonia de inauguración. El único problema es que Moon había fallecido el 7 de septiembre de 1978.

Curbishley se lo tomó, como no podía ser de otra forma, con humor inglés y, según cuenta el Sunday Time, les contestó con un e-mail en el que explicaba a la organización que "Keith reside en el crematorio de Golders Green, cumpliendo con la mítica frase de The Who 'Espero morir antes de hacerme viejo". Para rematar el mail, el agente no descartaba del todo la presencia del mítico batería en los Juegos: "Si tienen una mesa redonda, algunos vasos y unas velas, tal vez podamos contactar con él...".

Tras conocerse la noticia comienzan las 'especulaciones' sobre el posible sustituto de Moon en la ceremonia, siendo el nombre que más suena el de John Bonham, ex batería de Led Zeppelin, el otro gran batería del rock y muerto 'sólo' desde hace 30 años. También se comenta en las redes sociales sobre la posibilidad de que la organización de Londres 2012 haya contactado con Brian Epstein, ex mánager de los Beatles, para preguntar sobre la disponibilidad de John Lennon y George Harrison en esas fechas.

Como se ve la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de Londres 2012 ha desatado la imaginación de los internautas que ya ven a Winston Churchill presidiéndola o en el gran desfile inicial a varios músicos muertos desfilando bajo una pancarta en la que se lea 'The Walking Dead'.

lunes, 16 de abril de 2012

Chofrinos de Namibia en salsa Jackson

Para los amantes de la gastronomía, recomendamos encarecidamente el blog Escuela Culinaria Del Olmo. De tan sugerente sitio hemos extraído esta gloriosa receta que nos muestra otra de las facetas del poliédrico guitarrista de los Takeaways,


Chofrinos de Namibia en salsa Jackson.

Las mayores alegrías que me ha brindado mi romance con el universo gastronómico tuvieron que ver de modo frecuente con el descubrimiento de sensaciones que yo consideraba reservadas para los dioses.


Recuerdo la primera vez que tuve un chofrino en la boca. Era tan diferente a todo... Jugoso y suave; maleable, bruñido y sensual, portador del aroma retroactivo de una tormenta en el bosque...


Existen numerosas recetas cuyo ingrediente principal es el chofrino; pero, por ser hoy día de pompa y circunstancia, prepararemos unos deliciosos chofrinos de Namibia en salsa Jackson, quizá la más básica de las recetas que tienen como protagonista al verdadero príncipe de los manjares.


Ingredientes.


Un kilo de chofrinos bastará para preparar una cazuelita que sin duda saciará convenientemente a cuatro personas voluminosas. Debemos tener en cuenta que el chofrino, aun siendo un alimento hipocalórico, puede resultar indigesto consumido sin mesura, y que los efectos de tales excesos han sido en fechas recientes considerados potencialmente peligrosos para la salud mental de nuestra atmósfera.


Por su parte, la correcta confección de nuestra célebre salsa Jackson tan solo requiere una cebolla y ese botellín de cerveza negra que previamente habremos usado para marinar nuestras criaturitas. Finalmente, usaremos un bogavante como decoración. Así de sencillo.


Primer paso: lavado de los chofrinos


Empezaremos por arrancar las orejas a los chofrinos, esforzándonos en la medida de lo posible por no herirlos. Utilizaremos nuestros dedos. Debemos escuchar el típico chasquido que se produce cuando se quiebra la base del cartílago. De no producirse ese característico sonido, desecharemos el chofrino siguiendo el ritual atávico recogido en el tratado "Opera dell´arte del cucinare" de Bartolomeo Scappi.


Lavamos las orejas y las guardamos en una caja de zapatos adecuadamente agujereada. Sumergimos entonces los chofrinos desorejados en un bol lleno de cerveza negra y los dejamos macerar durante apróximadamente dos horas, momento en el cual seguramente habrán dejado de chillar. Escurrimos los chofrinillos, sin desperdiciar una sola gota de cerveza, y dejamos que recuperen el aliento. Nunca tiréis aquellos chofrinos que hayan muerto en el proceso de maceración: pueden ser disecados y, al margen de su evidente valor ornamental, son muy eficaces a la hora de ahuyentar a zorros y chacales.


Segundo paso: preparación de la salsa Jackson


Esta rica salsa de origen desconocido adquirió notoriedad a finales del siglo XX gracias al uso que hicieron de ella prestigiosos chefs franceses en preparaciones legendarias, tales como el bizarro "Escabeche de tuétano" o los adorables "Cojoncillos de San Andrés".


Rehogaremos una cebolla cortada en juliana en una sartén, sobre una nuez de mantequilla derretida. Cuando la cebolla comience a dorarse añadiremos una cucharadita de azúcar y la cerveza en la que se embriagaron nuestros chofrinos. Eso es todo. En cuanto la salsa cobre consistencia retiraremos la sartén de la fuente de calor. Habrá llegado el momento de culminar nuestra obra.


Tercer paso: bogavante y chofrinos a la cazuela

Esta fase requiere destreza y experiencia. No debemos apresurarnos. Es necesario esperar a que los chofrinos superen el coma etílico y muestren de nuevo con sus vibrantes berridos que se sienten preparados para reunirse con su creador. En ese instante, verteremos la salsa, bien emulsionada y muy caliente, en un recipiente de barro. Colocaremos sobre ella el bogavante todavía vivo, boca arriba, y le practicaremos diez o doce incisiones en cabeza y tórax, procurando no salpicar demasiado. Cuando los jugos del crustáceo comiencen a integrarse en la salsa es el momento de añadir los chofrinos en posición vertical, "sentaditos" en la cazuela.


Es de vital importancia que los comensales aguarden la llegada del festín con la debida caballerosidad. Tengamos en cuenta que los chofrinos sólo chillarán durante cinco minutos. Evidentemente, son de igual modo comestibles y deliciosos cuando no gritan, pero no es lo mismo.


Las orejas del chofrino

Cuentan que el primer hombre que se entregó a la doma del chofrino fue un granjero australiano llamado Bruce, un personaje que había dedicado su vida al estudio y cuidado de diversas aves de corral. Harto de la ingratitud de los pajarracos, decidió adentrarse en el misterioso universo de los chofrinos. Se encariñó especialmente con uno de sus ejemplares, embelesado por su pelaje ambarino, su candidez y su balido melancólico. Le puso como nombrePáncreas y escribió numerosas poesías y extensísimos ensayos haciendo alusión a la sorprendente inteligencia y habilidad manual del "Chofrino rubio".


Cuando Páncreas murió, nuestro hombre decidió disecarlo. El taxidermista, un notario ya retirado, exigió como pago por su magnífico trabajo las orejas del chofrino. Bruce aceptó... Y aunque el cadáver de su querido Páncreas salvó de la muerte a muchas de sus gallinas, Bruce siempre se preguntó para qué demonios quiso quedarse el ex notario con las orejas de su amigo.


Bruce fue hallado muerto en los aseos de una biblioteca un 28 de diciembre, sosteniendo un limón con cada una de sus manos. Cuando le preguntaron qué hostias hacía allí sentado con aquellos dos limones, Bruce no contestó. Claro, estaba muerto.


martes, 6 de septiembre de 2011

Three Generations

"Three Generations" es el título del nuevo disco de Gonzalo del Val. Al frente de un trío integrado por músicos de tres generaciones distintas Gonzalo se sumerge en una experiencia de exploración musical donde además de temas de cosecha propia ofrece interesantes revisiones de clásicos del jazz. La química funciona a la perfección entre estos músicos que hoy forman parte de lo mejor de la escena barcelonesa.

El trío reúne a Marco Mezquita, Gonzalo del Val y David Mengual, tres de los músicos más destacados de sus respectivas generaciones, y un repertorio basado en composiciones propias y reinterpretaciones de clásicos jazzísticos alimentadas por las inquietudes artísticas y el talento de los tres intérpretes. Capítulo especial merece Gonzalo del Val, uno de los percusionistas más solicitados que ha sido compañero de viaje de grandes artistas como Víctor de Diego, Marc Miralta, Horacio Fumero, Antonio Serrano o Leo Genovese.

Del Val, batería de altura dotado de un gran sentido rítmico ejecutado con admirable precisión, contribuye desde este disco al movimiento incesante que garantiza la continuidad de un género musical.
El jazz avanza y la propuesta de Gonzalo está repleta de sentido contemporáneo. Three generations podría ser una herramienta de gran utilidad para ilustrarlo.


Puedes escucharlo aquí
Puedes ver al trío en acción
Gonzalo del Val Trío en Myspace

jueves, 24 de marzo de 2011

Dejar de fumar es imposible

Dejar de fumar es imposible (si sabes cómo)

Antonio, guitarrista de Takeaways y escritor de
éxito, presenta en exclusiva para nuestros seguidores
y para el público en general su nueva novela,
todo un prodigio de prosa moderna, ágil y
divertida. Sus fans seguimos su carrera literaria
con interés y devoción.


La calurosa bienvenida que mis queridos lectores han brindado
a esta nueva obra mía ha recibido como respuesta la edición de
este curioso libro llamado
"Dejar de fumar es imposible (si sabes cómo)".

Pronto será sumamente sencillo encontrar esta novela en las mejores
librerías de todo el planeta (incluso en las peores, espero); pero
mientras se resuelven diversos asuntos de orden administrativo,
sin duda todos ellos atribuibles a la desconfianza que despierta en mí
la política empresarial de quienes a día de hoy se hacen llamar "editores",
he decidido proporcionar a todo aquel que fortuita o intencionadamente
haya introducido su cabeza en este pequeño limbo virtual la
posibilidad de adquirir la obra sin necesidad de moverse de
casa.

Un sólo click sobre la portada del libro os situará en esa
tiendecita que siempre aparece donde menos esperas encontrarla.
Mi novela está allí, anhelando ser leída.

Podéis comprarla; también tenéis la consabida "opción de descarga",
siempre más económica, pero exenta de todo romanticismo. Y, por
supuesto, estáis en vuestro derecho de mandarme a la mierda.

Sea cual sea la elección que finalmente resulte más afín a las características
de vuestros respectivos patrimonios genéticos, os animo a no
decantaros precipitadamente por la tercera de las alternativas propuestas;
no sin al menos haber examinado de antemano las opiniones y reseñas
que ciertos personajes de contrastado prestigio elaboraron cuando
decidieron (voluntariamente, faltaría más), hablar de mi libro...

DEJAR DE FUMAR ES IMPOSIBLE (SI SABES CÓMO)
Opiniones y Reseñas

En muy pocos libros puede uno ser tan categórico: Antonio del Olmo
tiene voz propia y sabe adonde va. Dejar de fumar es imposible es un
libro que destila seguridad en sí mismo. Reconozco que me ha
costado soltarlo, prácticamente lo he leído de un tirón. Su extraña
propuesta argumental absorbe; su humor delirante me ha hecho, en
algunos casos, reír con verdaderas ganas. Y lo mejor del asunto
es que, al final, no sé cuál es “exactamente” el objetivo del autor...
Fernando Marías, escritor, Premio Nadal 2001.

Un escrito muy lúcido, lleno de chispa e ironía, que me arrancó
sonrisas y reflexiones; y, lo más importante, me lo he pasado bien sin haber
sufrido ningún "receso". Muy al contrario, hoy he vuelto a pensar
cuánto talento anda oculto entre tanto privilegiado sin recursos
auténticos para jugar con las palabras, para comercializar con ellas,
tal como hacía, muy dignamente, Belisa Crepusculario, la de
"Cuentos de Eva Luna"...
Fina Casalderrey, escritora, Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil 1996.
Con un estilo muy personal, rico en matices y denso, Antonio del Olmo
va dejando fluir una narración que parece sufrir constantes mutaciones.
La esclavitud ante la nicotina y la imposibilidad para abandonarla
funcionan como elemento vertebrador de un texto que va mucho más allá y,
a ráfagas, nos va ofreciendo fragmentos de gran calado, hondura, lirismo
y reflexión filosófica. La vida y sus servidumbres, pero también la muerte
y el terror ante la propia desaparición, o la amistad añorada, son algunos
de los temas que se van apuntando a medida que la narración
avanza, haciéndonos comprender que leemos una novela bastante
más compleja y acertada de lo que su título podría presagiar.
Editorial Opera Prima.

Novela interesante y extraña. Una pequeña odisea urbana y anónima
que nos hace reflexionar acerca de nuestros propios deseos, preguntarnos si tales deseos son congénitos o adquiridos, si son verdaderamente “nuestros deseos” o tan sólo lo que otros pretenden hacernos desear.
Marta Sotelo, psicóloga y escritora.

Antonio del Olmo terminará escribiendo para el cine o la televisión,
si es que no lo ha hecho todavía. Su estilo es potente y visual,
estimulante y sorprendente. Por momentos se diría que se trata
de un inclasificable híbrido entre Buñuel y Groucho Marx.
Me gusta el hecho de que anime a los lectores a inventar
el final de su libro...
Jaime Poveda Ríos, periodista y crítico de arte.

jueves, 18 de noviembre de 2010

Adiós a Reg King


Con información de guardian.co.uk

Reginald King, cantante y compositor.

(5 de febrero 1945 – 8 de Octubre 2010)

Reg King, uno de los más ilustres vocalistas del soul británico de los 60s, ha muerto de cancer a la edad de 65. Al frente de su banda, nuestros adorados The Action, King se codeó con Steve Marriott, Steve Winwood o Rod Stewart, con su voz suave y limpia, tan profundamente llena de soul.

The Action fueron la banda favorita de los mods: menos pop que sus contemporáneos The Who y The Small Faces y con un repertorio repleto de versiones de los singles de soul más candente recién importados de América, parte de su enorme atractivo radicaba en el hecho de que nunca dejaron de ser una banda underground. El devoto seguimiento de sus conciertos o el hecho de ser producidos por el mismísimo George Martin no fueron avales suficientes para que la banda llegara a escalar en las listas. De hecho, no fue hasta el revival mod de los 80s y 90s cuando The Action salieron de un larguísimo periodo de ostracismo, permaneciendo en el olvido hasta entonces.

Reginald King nació en Paddington, al este de Londres. Su padre murió siendo Reg joven, y la familia, formada por su madre y su hermana mayor, se trasladó a Kentish Town, al norte de la ciudad. Su primera experiencia en público como cantante tuvo lugar un sábado por la mañana en un concurso de talentos organizado en el cine local. Dejó la escuela Fleet Roat de Hamspstead a los 16 y comenzó a trabajar en una tienda de ropa para caballero. Se unió a su compañero de colegio Roger Powell, al guitarrista Alan King y al bajista Mike Evans para formar un grupo llamado The Boys. Formando equipo con la cantante Sandra Barry, The Boys grabaron un par de composiciones de King para el sello Decca en 1964, y realizaron su propio single en Pye.

El grupo buscó pronto nuevos rumbos inspirado por su amor al soul, incorporando a otro guitarrista, Pete Watson, y cambiando su nombre por The Action. Con su aspecto impecablemente mod, la banda empezó a frecuentar el club The Scene, en el Soho. Mediante un poderoso repertorio que incluía versiones de canciones de Bob & Earl, The Temptations y The Marvelettes, pronto consiguieron una residencia semanal en el Marquee y comenzaron una gira por las islas. Cuenta la leyenda que siempre que tocaban en el Birdcage de Portsmouth, su furgoneta era escoltada desde las afueras de la ciudad hasta casi el mismo escenario por todo un ejército de mods a lomos de sus Vespas. Tal era la adoración que los mods tenían por su banda.

En 1965, The Action firmaron con Martin's Air Production y consiguieron un contrato discográfico con Parlophone. Encadenaron una serie de singles en los cuales desplegaron una selección de versiones que les permitían unir la tensa energía de su música con las suaves armonías vocales: en su mejor momento, la voz de King alcanzaba fácilmente el nivel de los cantantes de soul americanos a los que idolatraba.

Llegado 1967, el corte limpio del sonido soul parecía algo anticuado: en una entrevista concedida a Melody Maker en 1966, King mostraba su admiración por el entonces recientemente lanzado Pet Sounds de los Beach Boys. El último single de The Action para Parlophone, Shadows and Reflections, muestra ya los primeros trazos de una nueva influencia: la psicodelia. El grupo comienza a trabajar en un álbum de composiciones propias fuertemente influenciadas por The Byrds y titulado provisionalmente Rolled Gold. Los lectores de la revista Rave fueron invitados a enviar diseños para la portada del disco, pero justo en el momento en el que los LPs se convierten en el principal modo de expresión del rock debancando al single, a The Action se les niega la oportunidad de acabar el álbum cuando abandonan Parlophone.

Tras un desastroso concierto en el Blue Lagoon de Newquay que acabó con una multa a Reg King por causar daños, deja la formación a finales de 1967. Su carrera como productor y vocalista de sesión nunca llegó a despegar y su disco en solitario de 1971 tuvo pocas ventas y escasa repercusión. Su voz quedó casi sepultada bajo una producción destartalada y un repertorio poco sólido. Temporalmente se unió al grupo BB Blunder pero abandonó pronto la formación tras recibir durante una actuación el impacto de una silla en la cabeza que le obligó a necesitar tratamiento neurológico.

Una recopilación de 1980 de las pistas grabadas por The Action para Parlophone apareció con notas de Paul Weller ("The Action lo llevaban en el alma") que hicieron mucho por rescatar al grupo del olvido, mientras que las demos de Rolled Gold fueron calificadas como un auténtico clásico olvidado cuando fueron publicadas a comienzos de los 90s. En 1998, la formación original de The Action se juntó para ofrecer un concierto en la Isla de Wight. La banda tocó con cierta regularidad durante los siguientes seis años. Cuando en el año 2005 Reg cantó en Billion Dollar Project , álbum de Andy Lewis (bajista de Paul Weller), su voz sonaba aun tan limpia como en sus mejores tiempos.

Reg King deja compañera y un hijo.

Discografía de Reg King

Albums

Eponymous solo LP with backing from members of "B.B. Blunder" (ex-Blossom Toes) and "Mighty Baby" (ex-The Action) and Mick Taylor, Steve Winwood and Brian Auger

  1. "Must Be Something Else Around"
  2. "You Go Have Yourself A Good Time"
  3. "That Ain't Living"
  4. "In My Dreams"
  5. "Little Boy"
  6. "10,000 Miles"
  7. "Down The Drain"
  8. "Savannah"
  9. "Gone Away"

Bonus tracks, 2006 reissue, Circle Records

  1. "Must Be Something Else Around"
  2. "Must Be Something Else Around" (Rough Mix)
  3. "You Go Have Yourself A Good Time" (Long Version)
  4. "Down The Drain"
  5. "Nobody Knows Where We Are"
  6. "10,000 Miles"
  7. "Gone Away" (Rough Mix)

Singles

  • "Little Boy" b/w "10,000 Miles" (United Artists UP 35204) 1971

EPs

  • Missing In Action 10"/6-Track EP (Circle Records CPW E10-101, 2007)

Side 1

  1. "Merry Go Round" (King) 3.29 +
  2. "You Go Have Yourself A Good Time" (King/Dale) 3.55 *
  3. "Magenta" (King) 5.54 +

Side 2

  1. "So Full of Love" (King) 4.21 +
  2. "10,000 Miles" (King/Dale) 3.21 *
  3. "Must Be Something Else Around" (King) 4.32 *

Recopilaciones

Discografía de The Action

Sandra Barry and The Boys

  • You Really Gonna Shake / When I Get Married (R. King) (March 1964, Decca)

The Boys

  • It Ain't Fair (R. King/Evans) / I Want You (R. King/Evans) (November 1964, Pye)

The Action

Ediciones posteriores

  • Tracks recorded in late 1967 and 1968, but released only in the 1990s as "Brain" and "Rolled Gold": 1. Come around 2. Something to say 3. Love is all 4. Icarus 5. Strange Roads 6. Things you cannot see 7. Brain 8. Look at the view 9. Climbing up the wall 10. Really doesn't matter 11. I'm a stranger 12. Little boy 13. Follow me 14. In my dream 15. In my dream (Demo)
  • Tracks recorded ca. 1968, released Castle Music in 1985 as the EP Action Speak Louder Than ...: 1. Only Dreaming 2. Dustbin Full of Rubbish 3. An Understanding Love 4. My Favourite Day 5. A Saying for Today (all tracks written by Whiteman)
  • "Uptight and Outasight" (Radio and TV recordings, CD bonus: 1998 live recording) (Circle Records)

In addition to this in 1980, Edsel released a compilation of all the Action's original UK singles called "The Ultimate Action - ED101" and after that three singles using the same material ("I'll Keep on Holding On / Wasn't It You?" - E5001 & "Since I Lost My Baby / Never Ever / Wasn't It You?" - E5002 in 1981 & "Shadows and Reflections / Something Has Hit Me - E5003" in 1982).